Adaptar la cultura empresarial a las nuevas generaciones es clave para trascender en el tiempo y atraer nuevos talentos que hagan crecer y perdurar a las empresas. Expertos explican cómo lograrlo sin morir en el intento.
Susana tiene 25 años. Al cabo de dos años en su primer trabajo sintió que no la llenaba, que su misión en esa corporación había terminado, y decidió renunciar. En poco tiempo, tenía varias ofertas laborales sobre la mesa. El ganador de su interés: una posición creada para su perfil, en una empresa liderada por gente joven, quienes le permitirían dar rienda suelta a su creatividad y en realidad escucharían lo que ella tenía que decir. Sus ideas serían valoradas. Un sueño hecho realidad para una millennial como ella.
La sociología utiliza el término “generación Y” o milénica (“millennials” –en inglés–) para definir a los sucesores de la “generación X”. Se trata de los nacidos entre 1982 y 2002 –como Susana–, que hoy tienen entre 18 y 34 años y están invadiendo el mercado laboral y, a su paso, revolucionándolo.
Dependiendo de la generación a la que pertenezcas podrías tener intereses y comportamientos muy definidos, tanto en tu vida personal como en el ambiente laboral. Los nacidos antes del año 45 se titulan los “tradicionalistas”; entre 1946 y 1964 son los “baby boomers”; de 1965 a 1980 son parte de la generación X. Pero los grandes protagonistas de centenas de estudios son los millennials, esa generación que se hizo mayor de edad con la entrada del nuevo milenio y que ha producido una tormenta en el mundo laboral.
Los millennials, esa generación que se hizo mayor de edad con la entrada del milenio, tiene un índice altísimo de voluntariado, una fuerte inclinación por ayudar al prójimo y trabaja para aportar algo positivo a la sociedad.
Los millennials, en comparación con los baby boomers o los X, son una especie distinta y muchas veces malinterpretada por su manera de pensar “cómodamente” y por su enfoque digital y acelerado ante la vida laboral. “No se sienten elegidos para un trabajo, sino que eligen el trabajo que quieren hacer. Si no les gusta, están dispuestos a renunciar”, asegura la psicóloga argentina Elena Scherb. Solamente en Estados Unidos, publicó la revista Time, hay entre 79 y 80 millones de millennials y así de altas son sus exigencias. Según una encuesta de esta misma revista, su premisa más importante es “conseguir un trabajo donde su creatividad sea valorada”.
Radiografía de un millennial…
Para lidiar con esta nueva prole empresarial, es esencial conocer cómo son los millennials, ese grupo que la revista Forbes define como una generación que valora la participación y la colaboración, que prefiere compartir que competir y que exige mantener valores como la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social.
Según Haydn Shaw, autor del libro Sticking Points, los millennials…
- Son sumamente seguros de sí mismos: sus padres los convencieron de que son especiales y crecieron en una época económicamente próspera, sin sacrificios.
- Son la generación con el índice más alto de voluntariado, tienen una fuerte inclinación social por ayudar al prójimo y aportar algo positivo a la sociedad, al mismo tiempo que creen en un balance entre vida y trabajo.
- En comparación con la generación tradicionalista o X, que cree en una gratificación que toma tiempo, los millennials han crecido pensando que el mañana podría no llegar. Por ello, esperan que sus acciones tengan un resultado rápido, donde se trabaja ya para ser recompensado de inmediato.
Aterrizando en Panamá
Álvaro Valiente, director regional de Franklin Covey Latinoamérica, asegura que en Panamá los millennials representan el 50% de la fuerza laboral y que, para el 2020, la cifra subirá a 75%. “Cualquier plan estratégico que una empresa haga a mediano plazo debe incluir este hecho”, asegura, y añade que “todavía hay quienes no se sienten parte de esta ola. Pero esto afecta a todas las industrias”. Valiente, quien dicta seminarios y talleres basados en la filosofía Franklin Covey, asegura que “muchas empresas se están preocupando por el tema y van entendiendo que si no hacen nada para atraer o retenerlos, en 4 o 5 años pueden estar en problemas”.
Makelin Arias, vicepresidente de Capital Humano de Banco General, opina que “el reto de las empresas es saber sacarle provecho a cada generación, aprender de ellas, incorporarlas a la cultura como un ingrediente más, y no transformar la cultura para incorporar a la nueva generación; esto es clave para trascender en el tiempo. La generación millennial es una que tiene mucho que aportar, al igual que han aportado las generaciones pasadas. Los miembros de esta generación aprenden rápido, están orientados a resultados, están alineados a la tecnología y al cambio, tienen mucha energía, quieren lograr cosas y siempre quieren hacer más. Definitivamente, es una generación refrescante y muy valiosa para el futuro de las empresas, que nos incentiva a cuestionar el porqué de las cosas y nos mantiene alertas; pero deben saber también que tienen mucho que aprender de las otras generaciones: sabiduría, conocimiento, estructura y experiencia”.
Por otra parte, la consultora especialista y coach independiente Belinda Bozo, quien cuenta con más de veinte años de experiencia en el área de Recursos Humanos, asegura que las empresas necesitan hacer ajustes en los sistemas más sensibles de liderazgo y desarrollo de talento para salir airosos de esta invasión milenaria en la fuerza laboral. Ella recomienda a los líderes de las empresas “fortalecer su capacidad para incluir, convivir y liderar en ambientes diversos, aprovechando las cualidades de esta generación para alcanzar resultados más significativos y sostenibles en sus empresas”.
Angelique Humbert, gerente general de Talentum Headhunting, asegura que en su experiencia reclutando y dando seguimiento a las plazas de trabajo, una cualidad repetitiva en los millennials es que “les gusta ser escuchados, valorados e incluidos en la toma de decisiones, y también aprecian la constante retroalimentación de sus superiores”. Anota que el mayor factor de conflicto que surge entre jóvenes empresarios entrando a la fuerza laboral es cumplir con el horario tradicional de trabajo. No entienden la diferencia de entrar a las 8 o a las 9, si terminan su trabajo igual o con más efectividad que un empleado que labora de 8 a 5. Sin embargo, no son todas las empresas que pueden adaptarse a un empleado nuevo con exigencias de este tipo.
Si salimos del mercado local, abundan ejemplos de empresas que han modificado sus políticas para atraer a esta generación. Según el sitio Business.com, en Estados Unidos el 85% de las empresas ya lo han hecho y, como resultado, los empleadores reportan que los millennials están haciendo grandes contribuciones a sus lugares de trabajo.
Una empresa que tomó acción rápida basada en la importancia de incorporar flexibilidad de horario fue American Express, creando el programa BlueWork. Este se basa en que el empleado escoge entre cuatro categorías de tipo de trabajo: “Hub”, “Club”, “Roam” y “Home”. Unas incluyen estadía parcial o total en una oficina, o trabajo desde la casa o sitios alternos. Esta práctica ha dado excelentes resultados y ha significado un ahorro significativo para la empresa, creando a su paso “empleados más comprometidos con la compañía y agradecidos porque se ajustan a sus necesidades”.
Expertos aseguran que aquellas empresas como Amex, Google, Apple y Facebook, que sepan adaptarse e involucrarlos, permitiéndoles aportar sus ideas en la creación y el desarrollo de sus productos y sentirse parte de la marca, conquistarán el corazón de los millennials y, por ende, del mundo globalizado. No es de extrañar, pues, que en una encuesta de Business Insider casi el 20% de los millennials dijeron que Google sería su empleador ideal, el 13% dijo que Apple y 9% escogió a Facebook como el lugar ideal para trabajar. Estas empresas comparten un punto en común y es la fuerza de su peculiar cultura empresarial. Su ambiente laboral resulta más atractivo y tentador para este grupo en especial. Ofrecen un ambiente más colaborador y no competitivo; permiten horarios flexibles; oficinas de espacio abierto e interactivas, y los jefes cumplen un rol más de mentores que de autoridad.
“También en Panamá las grandes empresas han venido flexibilizándose en estos temas y trayendo nuevas prácticas”, añade Humbert. “Son prácticas y cambios que ha requerido el colaborador y que de paso le traen beneficio a la empresa como, por ejemplo, un ambiente menos estructurado, constante retroalimentación y promoción del balance vida-trabajo”. Prueba de ello es que el año pasado, de las 61 posiciones colocadas por su empresa en la industria local (en su mayoría millennials), solo tres puestos tuvieron que ser reemplazados. En definitiva, ya se está sintiendo el impacto en cambios de políticas de empresas locales más abiertas hacia esta generación.
Libertad y propósito
Es la primera vez en la historia laboral que convergen cuatro generaciones tan distintas en la fuerza laboral. Sin embargo, expertos aseguran que la cantidad voluminosa de millennials, combinada con la escasez de X y el aumento del retiro de los baby boomers, significa que los empleadores van a necesitar más liderazgo y talento en su recurso humano, y van a buscar a los millennials para llenar ese vacío.
Es importante que las generaciones que preceden a los millennials los mantengan enfocados y con retos. Por parte de ellos, es importante que la actitud no sea la de querer llegar al piso 10 sin pasar del 1 al 9, pues hay mucho que aprender en el camino.
“Es importante mantenerlos enfocados, con constantes retos, darles oportunidad para que aporten y darles responsabilidades con guía, para que puedan ver resultados a corto plazo”, sostiene Makelin Arias, quien en su experiencia contratando miembros de esta generación descarta aquellos que presenten una actitud de querer llegar al piso 10 sin pasar del 1 al 9, y toma en cuenta aquellos candidatos honestos ante todo, recursivos, con interés de aprender y aportar, que se interesen por su crecimiento profesional y que quieran aportar valor a la empresa. “Cada generación a través de la historia ha incorporado cambios en la cultura y forma de trabajo en las empresas, los millennials no son la excepción”, asegura Arias.
Quienes decidan no entender a los millennials o no incorporarlos en su fuerza laboral, se quedarán estancados en el pasado, aseguran los expertos. Esta, afirman, tiene la posibilidad de ser la generación más productiva de la historia y están en búsqueda de un estilo distinto de laborar. Ellos van en busca de valor más allá que de un cheque.
Por: Patricia Aramburú
Fotos: iStock Photos